En qué consiste: Dicen que la naturaleza es sabia y que en ella encontramos lo necesario para vivir en armonía. Partiendo de esta realidad, presentamos una terapia que combina nuestras manos con maderas de pino, cedro o granadillo. Sus beneficios nos ayudan a estimular el movimiento de nuestros músculos faciales y cervicales, el estiramiento de la piel o la revitalización de los tejidos cutáneos, mientras experimentas una relajación profunda y recuperas la energía perdida.